miércoles, 7 de septiembre de 2011

II Raid La Victoria por Jose Álvaro.

Después de muchas dificultades técnicas y sobretodo políticas, por fin se pudo celebrar el segundo Raid de la Victoria. Dado el cambio de última hora para realizarlo en un solo día, al final quedamos Ignacio y yo a las 5:30 de la mañana dado que la prueba empezaba a las 8:00. Algunos pudieron dormir, pero otros como yo disfrutamos del sábado por la noche de una verbena de barrio en la plaza de enfrente hasta las 2 de la mañana. Pero da igual, nos aventuramos a este pueblo con objetivo de pasarlo bien y hacer algo diferente.
                Durante la reunión técnica a Ignacio se le empezó a quedar cara de circunstancia dado el desnivel que teníamos que superar, pero yo decía, joder, tenemos tiempo de sobra para acabarlo. Había que hacer un poco de todo pero nos pusimos en marcha. Primero había que recoger 2 balizas en bici de montaña, cuesta abajo y muy cómodas. Pero pronto se empezó a poner complicado divertido y con sorpresas. Había que llegara mirador del barranco Hondo, justo debajo de la granja Teisol, dejar la bici, bajar hasta el borde de un risco y rapelar a un saliente inferior. Debajo no había marcha atrás y había que tirarse al mar para nadar hasta la costa. Este punto estaba ideal para Lucía, además de postre un montón de algas acumuladas en la costa que me acompañaron el resto de la carrera. Ambos nos estrenamos en lo del rapel, los dos primeros pasos chungos, pero luego resultó muy divertido.
                A partir de aquí se puso complicado dado que había que volver a subir el risco caminando y luego coger la bici para llegar a tres balizas que estaban en los altos del pueblo muy cerca de la pista del rayo. Hubo que subir por las lomadas del pueblo y para colmo se puso a llover ligeramente, imaginaros por esas cuestorras, con ligero chipi chipi con el asfalto bastante mojado de tal manera que si te ponías de pie sobre la bici patinabas. Hubo momento que pensamos en lo que se habían librado algunos Bestias, nos imaginamos a Fernando subiendo por aquellas cuestas, que conoce tan bien para buscar Guachinches pero que en ese momento se acordaría del árbol genealógico de muchos. A Ignacio se le iba doblando la cara en proporción la cuesta era más empinada.
                En la parte alta del monte realizamos 3 balizas y bajamos hasta el ayuntamiento para dejar la bici y empezar a correr, no sin antes dejarnos los frenos bajando por aquellas pendientes, a mi me olió a frenos quemados. Hubo un momento en que Ignacio pensó en que a Tommy se le daría bien una prueba de este tipo, pero yo le contesté, ¡tu estás loco, se nos mata por una de estas cuestas!
                Después de dejar las bicis, empezamos a correr por las proximidades del pueblo empezamos a recoger las últimas balizas. Lo de correr era cuesta abajo y en llano, dado que en subida era otra historia. Además había que realizar las típicas pruebas  de tiro con arco, escopeta,  y otra más jodida en la que había que llevar de una baliza a otra un cubo con agua en la que penalizabas cuanta más agua se te callera. La verdad es que era una prueba un poco coñado por que además acabamos con los tenis mojados. Lo último que nos quedaba era recoger un tronco de la última baliza para cortarlo en frente del ayuntamiento. Era de película ver a Ignacio ya desesperado segando ese tronco que no quería partirse, dándole patadas y a continuación golpeándolo contra un muro como si fuera un Guanche cabreado.
                Pero después de 5 horas de competición se acabó la prueba, bastante exaustos y con las piernas bastante rotas. Para nuestra sorpresa, cuando nos enteramos que por un minuto de diferencia habíamos quedado segundos, no nos lo creíamos. Yo pensé que estábamos a mitad de tabla dado que había mucha gente de las otras categorías entre medio pero no sabía cuales eran, luego piensas,  que en realidad no íbamos tan lento para una carrera tan larga. Pero además, que la prueba tiene su estrategia, que nosotros subimos en bici rápido, adelantando a los otros competidores en la cuesta y gracias a la ayuda de la gente del pueblo que te decían donde estaban los lugares.
                En fin, una prueba dura, my dura por la orografía de la zona, decíamos que la próxima prueba de este tipo en un lugar algo más llano, pero por suerte, quitando el rato de lluvia en las zonas altas, en general el clima acompañó, el mar estaba bastante sosegado y sobretodo la organización, que a pesar de las dificultades políticas sacaron la prueba adelante y nos proporcionaron hasta las duchas del pabellón y un bono de descuento para comer donde nos juntamos muchos para acabar la tarde con un buen trozo de carne entre los dientes.

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