domingo, 10 de octubre de 2010

Cerrando la temporada de triatlón (por Fernando Rapa).

La cosa empieza el sábado por la mañana en el garaje de Javi. Allí nos pasamos él y yo media hora esperando a David. Y el tipo que no aparece. “Nada, se acojonó y no viene, ya verás”, “Este tipo es un cagado, fuerte cobarde”, “Si ya lo decía yo, que no le veía pinta de aguantar un triatlon”, “Y para eso se compra la Kuota, mucha  flecha para poco indio”. En fin, en medio de comentarios laudatorios de este tenor, y cuando ya estábamos por irnos solos, ahí aparecen Flora y David. La imagen de David era un poema, tenía la marca del pánico dibujada en su rostro.  Para más inri nos comenta que tenía un dolor tremendo en la espalda y que no había pegado ojo en toda la noche. Unos guerreros curtidos en mil y una batallas como Javi y yo nos dimos cuenta desde el primer momento que eso no era más que un síntoma del estado de ansiedad de David provocado por su debut, así que nada de lo que preocuparse.
El viaje hasta Adeje está presidido por la contínua sucesión de resoplidos por parte de David, así como por los comentarios sobre cómo enfocar la táctica, la estrategia y la dosificación de fuerzas en ….el cuarto segmento.
Una vez en el hotel, comemos el tremendo manjar que nos había preparado Flora (chapeau, impresionante cocinera) y luego mientras los otros dos van a la piscina a ensayar la salida (hay gente para todo) yo les hago fotos con mi nuevo juguetito Canon, tremendo pepino de cámara, y me echo una siestita que me sabe a gloria. Nos vamos al circuito, reconocimiento del segmento ciclista, y para boxes, donde nos encontramos con el resto de personal bestiazul. Todos muy ilusionados, aunque Adeleitor (la triatleta antes conocida como Adelita) se queja de unos problemas físicos. Luego ya vimos que a esta tía no hay nada que la pare.
La salida se atrasa más de la cuenta. El mar está muy bravo y la entrada y salida del agua es peligrosa por el tremendo oleaje y la cantidad de piedras que hay en la playa, hasta tal punto que Lucía y Luisa del Tripto deciden no tomar la salida.
Suena el pistoletazo y empieza la fiesta. Entrar en el agua es un problema, hay olas más propias para hacer surf que para hacer triatlon. Pero quién dijo miedo. Como es costumbre de la casa, sufro el segmento natatorio igual que si fueran unas almorranas, o sea, en silencio, más que nada porque si abro la boca todavía tragaría más agua. Salir del agua y volver a entrar se me convierte en un suplicio, sobre todo porque alguien se dejó la lavadora encendida con el programa de centrifugado. Debido al particular trazado del circuito de natación me pego un buen par de golpes con gente que me viene de frente, gajes de la prueba me digo. De todas formas y siendo como soy un negado absoluto para temas acuáticos, salgo del agua dejando a más de diez triatletas detrás de mí, todo un pequeño éxito. La larga transición me lleva a boxes, monto en la bici y venga a dar pedales. El recorrido me gusta, tiene mucha subida y puedo meter un buen desarrollo que hace que pronto empiece a adelantar puestos. En total en el sector ciclista adelanté 30 posiciones, es una de las cosas buenas que tiene salir tan atrás del agua. En cada una de las vueltas me cruzaba con Adela, Javi y David a los cuales les pegaba buenos gritos de ánimo.  Por cierto, a mí el cuentakilómetros de la bici me marcó un poco menos de 18 kms. Y de nuevo a boxes, cuando yo llego ya había finalizado Vicente, el ganador de la prueba. Y a correr se ha dicho. Sigo con mi tarea de recuperación de tiempo perdido  y en la carrera a pie consigo adelantar otros 24 puestos, uno de ellos es David, al que adelanto en la segunda vuelta, se me pega un rato, pero luego afloja. Tremendo debut se pegó, el  año que viene algunos ya pueden ir llevando las pegatinas bien sujetas.  Por cierto, tampoco el circuito de carrera a pie tenía los 5 kms debidos, pues yo hice un parcial de 17:58 y midiendo en el Google Earth me salen 4,440 metros, a ritmo de 4:03, que está bastante bien, la verdad.
Llegada a meta, contento, y abrazos con el resto de bestiazules. Luego a reponer líquidos y a hacer fotos. Por cierto, gran labor de Ignacio, que hizo auténticas maravillas con mi pepino (no vean segundas intenciones en esta frase;-)). Ya adelanto que hay alguna de David con la boca torcida jejeje.
Salen las clasificaciones y me quedo alucinado. He quedado en el puesto 55 de unos 120 clasificados y el 7º de mi categoría de un total de 16. Hay que hacer el matiz de que probablemente este triatlon de Adeje sea uno de los de menos nivel ya que participa bastante gente no federada y queda casi fuera del calendario triatlético, pero la alegría me la llevo igual.
Más tarde entrega de trofeos y como ya es habitual, Adeleitor se lleva su copa y algo más. A esta tía no se la despega del podio ni con agua caliente. Y Javi estuvo a puntísimo de lograrlo, sólo unos problemas de estómago se lo impidieron.
Finalmente vino la cena con nuestro amigo Chubi (tremendo personaje) y un cuarto segmento espectacular donde se vieron actuaciones memorables.
Y así se cerró la temporada triatlética del 2010. La del 2011 promete emociones muy fuertes, con un nuevo equipo que dará mucho que hablar.

2 comentarios:

  1. Felicidades Rapa! un poco más de natación y ya vas a estar en el "candelabro"

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  2. buen comentario y una foto increible, con ella lograrás que te patrocinen la próxima temporada de tria... muak Gloria

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